lunes, 28 de julio de 2008

El SECLA quiere deshacerse de dos delegados
Buenos Aires, jul. 28 (ANSud.com) - Los empleados de la sucursal que Wal-Mart tiene sobre la avellanedense calle Güemes admitieron entre las góndolas que existe preocupación por los rumores sobre la expulsión de los delegados Martín Falcón y Omar Díaz del SECLA. Representantes gremiales con legitimidad y apoyo entre sus compañeros, ambos recibieron cartas documento en las cuales la conducción del sindicato los acusa de difamaciones en volantes que circulan por la tienda y un blog en la web.
Aunque se presentaron la semana pasada junto a la abogada Raquel Coronel, del Centro de Abogados por los Derechos Humanos (CADHU), y negaron que tales publicaciones les pertenecieran, ANSud.com confirmó que el líder del SECLA, Pedro Orlando Machado, pone todos sus esfuerzos en deshacerse de los díscolos muchachos. “Si yo lo corrboro, los expulso”, dijo.
Los dos trabajadores se mantuvieron prescindentes en las semanas previas a las elecciones del sindicato de cara a la lista que postuló a quien resultó reelecto como secretario general el último 4 de julio. Tampoco se manifestaron a favor de la propuesta opositora que amagó con disputarle el cargo de la mano del dirigente Wildo Roa pero declinó sus aspiraciones con prontitud.
Siete días antes, el por entonces aspirante al Tribunal de Ética del gremio mercantil, Daniel Delgado, agredió a golpes de puño a Díaz en las instalaciones de la tienda comercial y a la vista de decenas de trabajadores. Pero Machado aseveró que no le consta ni tiene “pruebas” que corroboren esos hechos.
En ese contexto, sus compañeros repudiaron la actitud del hombre al que convidaran en el SECLA con un puesto en la lista oficialista. Aunque los delegados radicaron la correspondiente denuncia policial y responsabilizaron a las autoridades del sindicato y a la propia empresa, el secretario general no se acercó a la tienda. Entre los empleados, algunos todavía recuerdan una asamblea en la que abuchearon al máximo dirigente del gremio.
Díaz y Falcón comparten la representación de sus compañeros junto a dos delegados más, que mantendrían buenas relaciones con la cúpula sindical y no incomodan demasiado a las autoridades del hipermercado. Paridos al calor de la lucha de los trabajadores por el respeto de sus derechos y el injustificado despido del ex vendedor de electrodomésticos en la firma, Gustavo Córdoba, se convirtieron en dirigentes gremiales que disgustan tanto a Machado como a Wal-Mart.
Jóvenes e impetuosos, no claudicaron en las reivindicaciones cuya defensa le encargaron sus compañeros. Entre las graves denuncias que realizaron, sobresale la que entregaron al ministro de Trabajo, Carlos Tomada el 19 de junio de 2007. Allí, los trabajadores acusaron a la empresa por “violencia laboral”, “persecución sindical”, “incorrecta liquidación de haberes al personal”, “falta de respeto a la idiosincrasia argentina” y “aplicaciones de controles sobre los empleados que rozan la ilegalidad”.
Tanto el delegado agredido como Falcón atribuyeron a Machado una “postura corporativa” junto a Wal-Mart frente a esos reclamos. El titular del SECLA busca dejarlos a la intemperie por sus opiniones contra la falta de compromiso que le enrostran.