
Por Lucho Aguilar
“Compañero y querido amigo Presidente, Doctor Carlos Saúl Menem (...) La Argentina ha realizado un profundo proceso de transformación, que la va colocando en el mundo. Esto ubicó a nuestro país en condiciones de atraer inversiones. Inversiones que ingresaron con nuestras leyes laborales y con estos dirigentes sindicales.” Discurso de Armando Cavalieri del 30 de septiembre de 1998.
Arrancó mal - A principios de los ’70, una denuncia por estafa llevó a su expulsión del sindicato. Pero volvió... para hacer millones. La dictadura no fue un escollo, sino un trampolín. Junto a Triacca, encabezó la Comisión Nacional del Trabajo. Cuando las bases presionaron a los dos paros generales (abril de 1979 y julio de 1981), la CNT se encargó de carnerear las medidas que había convocado “los 25”, liderados por Ubaldini y Digón.
Preguntale a Cavalieri – Con Alfonsín, asumía en el SEC Capital y fundaba el grupo de “los 15”. El Gitano se encargó de negociar ministros, leyes y planes económicos, que marcaban las relaciones entre el gobierno, los gremios y “los capitanes de la industria”. En 1987 los gremios amenazaban con medidas por un aumento de 780 australes en el salario. El ministro Tonelli les responde: “cómo me van a pedir esa plata si acabamos de arreglar con Cavalieri por 510”.
Armando conducción - La década del ’90 será su apogeo. Cavalieri gana la Confederación Argentina de Comercio. Menem va a tener como primer ministro de Trabajo a su viejo amigo de andanzas, Jorge Triacca, y Cavalieri fue otro fiel soldado de la política antiobrera del menemismo.
Un adelantado - Pero Cavalieri se adelantó al propio menemismo en las reformas laborales. Antes de la aprobación de las leyes, ya había realizado acuerdos negreros con las grandes (y pequeñas) cámaras del sector. Sueldos de miseria, multiplicidad de tareas, jornadas interminables, contratos de aprendizaje. Los grandes supermercados se hicieron famosos por las imágenes de su ambición: las cajeras de un Coto con pañales porque no las dejaban ir al baño, las 36 cajeras de Wal Mart que hicieron desnudar por un faltante, el repositor de Coto que se suicidó por las humillaciones y el despido...
Amigos son los amigos - El 23 de octubre de 1991 se realizó en la Nunciatura Apostólica un ágape. Junto a Menem, Cavallo y María Julia, estaban los recién indultados Videla, Massera y Viola, con el que el Gitano habría tenido largas sobremesas en épocas oscuras. Amalia Fortabat conversaba con el embajador norteamericano Todman, mientras los curas hacían de anfitriones.
Tierra Santa, cuota sagrada - Menem le dio a Cavalieri y su sindicato, la “explotación” de Parque Norte. Por $43 el metro cuadrado y en una concesión por diez años, se quedó con los valiosos terrenos. El Gitano no se olvidó de su amigos, y en un acuerdo con los curas, decidió poner en pie Tierra Santa. Por si fuera poco, de tan creyente Cavalieri decidió que el aporte de los trabajadores al gremio iba a ser “sagrado”. Estableció el aporte obligatorio del 2%.
Don Armando -Su casa en Barrio Norte es una pequeña parte de su patrimonio, siempre difícil de valuar. Se sabe de sus hoteles en Miami en sociedad con Triacca, de su gusto por los caballos y las estancias, como La Federala, aquella que lo llevó al escándalo al amenazar con “tirar al Riachuelo” a un periodista. Suerte para Don Armando: el juez del caso había sido abogado del Sindicato de Comercio. Pero lo podrán acusar por enriquecimiento, pero no por tacaño. En pleno menemismo paseaba en un crucero por el Caribe, en unas vacaciones en las que gastó 100.000 dólares, lo mismo que ganaba un cajero en 20 años de trabajo esclavo. Con la devaluación se tuvo que “ajustar”: en el verano de 2003 estuvo en un spa de Itapema, Brasil, y gastó en unos días “sólo” 13.500 pesos.
Nace una Estrella - Su gran orgullo fue La Estrella, la aseguradora de retiros que puso en pie con la Banca Nazionale del Lavoro, el Trust Bank y el Grupo Juncal. Las empresas comenzaron a aportar un 3,5 % del sueldo para un seguro de retiro complementario. La mitad de ese porcentaje iba a una caja común... que controlan Cavalieri y sus amigos.
Cavalieri sigue al frente de un gremio que tiene hoteles y agencias de viaje que los trabajadores casi ni pueden disfrutar, porque trabajan sin descansos en condiciones negreras. Luego de tres décadas de reinado, las estadísticas dicen que 16 de cada cien desocupados fueron empleados de comercio y un 40% de los mercantiles está en negro. Hasta cuando continúa esta historia depende de los propios trabajadores.
Fuente: www.nuestralucha.org